Descripción vídeo
Videoconsejo sanitario sobre ramipril, para qué sirve este medicamento, cómo y cuándo debemos administrar este principio activo. Videoconsejo impartido por la farmacéutica Irene Suárez, elaborado por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos y producido por Medicina TV.
Ramipril es un fármaco antihipertensivo perteneciente a la familia de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina. Disminuye por tanto la formación de angiotensina, una sustancia de nuestra sangre que aumenta la presión arterial al contraer nuestros vasos sanguíneos y favorecer la retención de agua y sodio.
También actúa relajando y ensanchando los vasos sanguíneos y haciendo más fácil el bombeo de la sangre desde el corazón por el cuerpo.
Está indicado para el tratamiento de la hipertensión arterial. También está autorizado para el tratamiento de la enfermedad renal y de la insuficiencia cardiaca, una grave enfermedad en la que el corazón no tiene la fuerza suficiente para realizar su trabajo.
En la farmacia comunitaria existen presentaciones ramipril en forma de comprimidos de 2,5, 5 y 10 mg.
Para el tratamiento de la hipertensión la dosis se debe ajustar de forma individualizada según los valores de presión arterial del paciente. Normalmente se inicia de manera gradual, con una dosis inicial de 2,5 mg al día. En caso de necesitar un ajuste de la dosis, puede duplicarse a intervalos de dos a cuatro semanas hasta alcanzar progresivamente la presión arterial deseada.
Puede tomarse con o sin alimentos y es importante tomar el comprimido a la misma hora cada día.
Los efectos máximos de ramipril, al igual que los de cualquier otro antihipertensivo, pueden tardar en alcanzarse hasta 3-4 semanas. Por lo tanto, si al principio del tratamiento ves que tu presión arterial no está bien controlada, consulta a tu médico, pero no modifiques la dosis sin su consentimiento.
Las reacciones adversas más habituales suelen estar relacionadas con la disminución de la presión arterial que produce. Por este motivo son muy frecuentes los mareos, el dolor de cabeza o el enrojecimiento de la cara, al igual que con cualquier fármaco antihipertensivo. Estas reacciones suelen ser más frecuentes al iniciar el tratamiento, y se reducen paulatinamente según lo continuamos. Es importante que al iniciar el tratamiento tengas cuidado al conducir o realizar actividades que pudieran resultar peligrosas.
Una reacción adversa muy característica de este grupo de medicamentos es la aparición de tos, una tos seca y molesta que no suele responder a tratamientos con antitusivos. Si estás tomando ramipril y notas la aparición de tos, consulta a tu médico, pues podría ser necesario seleccionar otro antihipertensivo.
Finalmente, la reacción más importante es la aparición de reacciones alérgicas. Si notas hinchazón en los labios, la cara o la lengua, acude lo más rápidamente posible a tu médico.
Entre las principales recomendaciones, es fundamental no utilizar ramipril sin receta médica y no aumentar la dosis indica por el médico. Tenga en cuenta que es importante cuidar la alimentación y realizar ejercicio físico. Por último, desecha el tratamiento que te haya sobrado en el punto SIGRE de tu farmacia
Y recuerda, pregunta siempre a tu farmacéutico de confianza te informaremos sobre cómo debes administrar ramipril y sobre cualquier otra duda que tengas.
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