Farmacéutica cooperante – Revista Farmacéuticos https://www.farmaceuticos.com/revista Fri, 28 Jun 2024 06:47:33 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.5 https://www.farmaceuticos.com/revista/wp-content/uploads/2024/02/cropped-favi-cion-farmaceuticos-1-32x32-1.png Farmacéutica cooperante – Revista Farmacéuticos https://www.farmaceuticos.com/revista 32 32 Paula Gómez Rivas, farmacéutica hospitalaria en Zaragoza https://www.farmaceuticos.com/revista/historias/paula-gomez-rivas-farmaceutica-hospitalaria-en-zaragoza/ Thu, 08 Jun 2023 12:27:00 +0000 https://www.farmaceuticos.com/revista/?post_type=stories&p=1171

Los farmacéuticos podemos aportar todo nuestro conocimiento y habilidades en una emergencia”

Terremotos devastadores, tsunamis, tifones, huracanes… La lista de emergencias humanitarias que suceden en el mundo es amplia. Y para dar respuesta desde el punto de vista sanitario en España existe el Proyecto Start (Spanish Technical Aid Response Team) que nace a raíz de una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para articular la ayuda internacional. Y en este equipo ¿tienen cabida los farmacéuticos? ¿Qué pueden aportar?

Hablamos de ello con Paula Gómez Rivas, farmacéutica del Hospital Universitario Miguel Servet en Zaragoza y primera farmacéutica hospitalaria cooperante desplegada en terreno como responsable de la farmacia del Hospital de campaña que la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) instaló en Turquía ante los terremotos ocurridos en el pasado mes de febrero.

¿Qué significa ser farmacéutica cooperante dentro del proyecto START?

El equipo START forma parte de la iniciativa Emergency Medical Teams (EMT) de la OMS, que son equipos de emergencias que dan la respuesta en salud de la acción humanitaria internacional. Se trata de un hospital de campaña que puede ser desplegado en cualquier parte del mundo donde haya ocurrido una catástrofe en menos de 72 horas. Como cualquier hospital, aunque a pequeña escala, tiene urgencias, hospitalización y quirófano. Y además tiene servicios centrales de apoyo, como laboratorio, rayos o un servicio de farmacia. Y allí, en el servicio de farmacia, es donde se hace imprescindible la labor del farmacéutico de hospital. Para mí ha sido maravilloso tener la oportunidad de formar parte del equipo START.

Ser farmacéutica cooperante internacional en acción humanitaria es una experiencia increíble porque puedes aportar tu conocimiento, lo que tú sabes hacer, en una situación donde hay muchas personas vulnerables y a las que puedes ayudar a través de la atención farmacéutica especializada.

En tu día a día trabajas en el Hospital Miguel Servet ¿qué nivel de disponibilidad tienes para dejarlo y marchar a trabajar sobre el terreno?

Todos los profesionales que formamos parte del Equipo START nos comprometemos a poder ser desplegados en 72 horas, por lo que nuestra disponibilidad es prácticamente inmediata. Para poder formar parte del proyecto y ser desplegados tan rápidamente contamos con el permiso previo de nuestros superiores (jefatura, dirección…).

¿Qué puede aportar un farmacéutico ante las emergencias sanitarias?

Los farmacéuticos especialistas en farmacia hospitalaria podemos aportar todo nuestro conocimiento y habilidades en una emergencia en contextos de acción humanitaria y cooperación internacional. Somos expertos en el manejo de los medicamentos y productos sanitarios en general, y de uso hospitalario en particular. En el hospital de campaña se maneja medicación como anestesia, antibióticos intravenosos o sueroterapia, o bien material de quirófano o reanimación, y todo ello es nuestro día a día en los hospitales de procedencia.

La acción humanitaria consta de un ciclo de programación con varias fases: preparación, planificación, gestión, respuesta y evaluación. En mi caso he participado en la fase de respuesta, pero considero muy importante que los farmacéuticos nos involucremos y aportemos nuestro conocimiento en todas las etapas del ciclo. Por ello, formo parte también del Board Clínico del equipo START, que es el comité de profesionales sanitarios que representan todas las áreas de salud del hospital y que se reúne periódicamente para tareas de planificación y gestión.

¿Cómo ha sido tu experiencia en Turquía al frente del servicio de Farmacia del Hospital de campaña?

Si tuviera que describirla con una sola palabra, diría que ha sido intensa. Formé parte de la segunda rotación del hospital START que se desplegó en la ciudad de Iskenderun, en la provincia de Hatay. Trabajamos 12 horas al día durante 15 días de forma ininterrumpida. Al llegar nos encontramos con una situación de mucha presión asistencial porque éramos el único hospital operativo en la zona, por lo que atendimos a más de 400 pacientes diarios, a pesar de que nuestra capacidad estaba diseñada para atender a 200.

Tuve que aprender a adaptarme rápidamente a lo que iba ocurriendo cada día. Primero a ubicar y conocer todos los medicamentos y productos sanitarios que habíamos traído de España, para dar respuesta a las necesidades que surgían desde cada área del hospital. Después a buscar proveedores en terreno y vigilar que las existencias fueran suficientes.

Uno de los mayores retos fue la gestión de las donaciones que recibimos en terreno. Tuvimos que clasificar kilos de medicamentos donados por hospitales y farmacias turcas, así como de otros EMTs que trabajaban en la zona, asegurando que estaban en condiciones adecuadas para poder ser dispensados y utilizados por los pacientes.

¿Cuál fue la principal dificultad que tuvisteis que superar?

Creo que lo más destacable fueron las inclemencias del tiempo, que las hubo de todo tipo. En la primera rotación hubo temperaturas muy bajas y una réplica muy fuerte, que hizo que el hospital se llenara en pocas horas. En la segunda rotación tuvimos un par de días de vientos huracanados que volcaron algunas tiendas, lo que nos obligó a cerrar unas horas para recolocarlo todo y poder atender a los pacientes con seguridad. Y en la tercera y última tuvieron lugar lluvias intensas que inundaron partes del hospital.

A pesar de todo ello, siempre digo que comparado con otro tipo de misiones donde no hay acceso por ejemplo a agua o una conexión a internet, fue una misión bastante fácil en ese sentido, sin grandes dificultades.

Turquía es un país desarrollado y hubo mucho apoyo, por parte tanto de autoridades municipales y gubernamentales, como de la propia población de otras zonas del país no afectadas, que se volcó en enviar ayuda. Desde el punto de vista logístico nos pudimos conectar a la red eléctrica y a la de agua de la ciudad de Iskenderun.

¿Cómo es la relación con el resto de compañeros sanitarios?

Increíble, las relaciones humanas en el contexto de emergencia y ayuda son algo fuera de lo común. Destacaría el sentimiento de pertenencia a un equipo, que todos trabajamos por un mismo fin, y el cuidado de unos a otros para conseguir que el equipo siga trabajando eficazmente durante toda la rotación. Nos convertimos en una gran familia.

Una de las cosas que más me ha gustado de formar parte de este equipo es la versatilidad de todos los profesionales y la disposición a ayudar en cualquier momento. En el día a día podías ver a un anestesista, un médico de urgencias, una enfermera o técnico de enfermería, echándome una mano en la farmacia. Incluso ayudábamos a los cocineros a preparar las comidas o a los compañeros de logística que se encargaban de que toda la infraestructura estuviera funcionando perfectamente las 24 horas.

Profesionalmente me sentí muy valorada por todos los compañeros, desde el equipo médico y de enfermería, hasta la dirección y coordinación del hospital. Realicé mucha labor de consultas farmacoterapéuticas y de propuesta de alternativas terapéuticas según la Guía de medicamentos del Hospital, que está adaptada a la Lista de medicamentos esenciales de la OMS, asesorando a todos los compañeros en lo que podíamos usar. En algunos momentos la farmacia se convirtió en un punto neurálgico del hospital ya que durante unos días no había farmacias operativas en la zona y muchos pacientes acudían a nosotros para conseguir su medicación, que había quedado sepultada bajo los escombros.

Por último, y no menos importante, hemos compartido experiencias con farmacéuticos y médicos de otros países, tanto turcos como de otros EMTs desplegados en la zona, lo que ha sido tremendamente enriquecedor a nivel personal y profesional.

¿Qué consejos le darías a un compañero farmacéutico que quisiera dedicarse al ámbito de la cooperación?

Lo primero es que hay que estar preparado para dejar el confort de nuestra casa y nuestro trabajo para acudir a un lugar en el que no vamos a tener grandes lujos. En este tipo de misión, dormimos en tiendas de campaña, compartiendo espacio con todos los compañeros; nos duchamos con cubos de agua y apenas podemos salir del recinto hospitalario para desconectar. Por ello, es imprescindible tener muchas ganas de dar y ayudar. Además creo que también es muy importante formarse y saber en qué consiste la acción humanitaria y la cooperación internacional.

Y por último ¿consideras que España es un país solidario? ¿y la Profesión Farmacéutica?

Diría que sí, por supuesto, los españoles somos solidarios. De hecho START es una iniciativa pública que canaliza la solidaridad de la ciudadanía española a través de nuestros servicios públicos sanitarios, bomberos de Madrid y SUMMA 112. Además se cuenta con el apoyo de dos ONG que son los cocineros de CESAL y el apoyo psicosocial de Médicos del Mundo. Es un buen ejemplo de la solidaridad española.

La profesión farmacéutica creo que participa de forma activa en muchas iniciativas solidarias. De hecho me consta que ha habido recogida de dinero para la crisis de Turquía y Siria desde diferentes ONG farmacéuticas con el apoyo de muchas oficinas de farmacia españolas.

Ahora bien, creo que los farmacéuticos debemos implicarnos más en cooperación internacional. Hay mucha cooperación en el ámbito sanitario y no siempre se cuenta con el apoyo de un farmacéutico. Debe ser un ámbito más de la profesión, para mejorar el acceso a medicamentos esenciales, seguros y de calidad, y ofrecer atención farmacéutica a población vulnerable en entornos de servicios sanitarios con pocos recursos.

Por ello, desde aquí me gustaría animar a todos los farmacéuticos españoles a que participen en la medida que puedan en proyectos de cooperación internacional. Es una experiencia que deja huella y en la que acabas recibiendo mucho más de lo que das.


Una prioridad

Vivir el presente.

Una necesidad

Cuidarse a uno mismo, nuestro propio bienestar es clave.

Un deseo

Que se eviten las tragedias en las que sea necesaria la acción humanitaria.

Un consejo profesional

Ayuda en todo lo que puedas y trabaja en equipo.

Una petición

Más inversión gubernamental en cooperación internacional y más personas dispuestas a cooperar.

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