Facendera – Revista Farmacéuticos https://www.farmaceuticos.com/revista Fri, 28 Jun 2024 06:45:22 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.5 https://www.farmaceuticos.com/revista/wp-content/uploads/2024/02/cropped-favi-cion-farmaceuticos-1-32x32-1.png Facendera – Revista Farmacéuticos https://www.farmaceuticos.com/revista 32 32 Teresa Peláez, farmacéutica en Zamora https://www.farmaceuticos.com/revista/historias/teresa-pelaez-farmaceutica-en-zamora/ Sun, 09 Apr 2023 13:51:00 +0000 https://www.farmaceuticos.com/revista/?post_type=stories&p=1181

Facendera ayudará a los pacientes rurales y al desarrollo profesional del farmacéutico comunitario rural”

“Proyecto Facendera”. Este es el nombre de la iniciativa anunciada en Zamora que se va a poner en marcha con el objetivo de ayudar y facilitar la administración de medicamentos a las personas mayores de 65 años de las zonas rurales, mediante un adecuado seguimiento de la medicación. Se trata de un proyecto desarrollado conjuntamente por la Diputación de Zamora y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de la provincia y está previsto que en su primer año puedan verse beneficiados alrededor de 270 pacientes.

Hablamos de la implantación de este proyecto y de sus ventajas con Teresa Peláez, farmacéutica en Zamora y una de las farmacias participantes en la iniciativa.

Primera pregunta obligada ¿Por qué el nombre “Facendera”?

El término “Facendera” procede del astur-leonés y significa “trabajo comunal”, “trabajo colectivo de los vecinos”. Este proyecto nace como un trabajo en común de diferentes instituciones y profesionales y queríamos que el nombre tuviese un significado pleno y una declaración de intenciones de lo que pretendemos que sea: un proyecto de trabajo conjunto para lograr el bien común. En Facendera están implicados la Diputación de Zamora y el Colegio Oficial de Farmacéuticos como instituciones y los profesionales sanitarios, de los servicios sociales y los usuarios y sus familias como actores principales del proyecto.

Mis raíces familiares están en Aliste, una comarca al noroeste de Zamora, frontera con Portugal, donde todavía hoy se usan las expresiones y vocablos del astur-leonés, y vivo y trabajo en La Guareña, una comarca al sureste de la provincia, frontera con Salamanca y Valladolid. En mi mente se entremezclan los montes alistanos con sus colores amarillo-escoba, morado-brezo y su olor a jara, y los campos de cereales de La Guareña con un horizonte lejano que nunca llega y que cambia de color en cada estación. La palabra Facendera evoca para los zamoranos las tareas del campo en una provincia agrícola y ganadera, el trabajo de todos juntos.

Ejemplo de ello fue la colaboración que hubo el pasado verano durante los devastadores incendios de Aliste y Tábara en la Sierra de la Culebra. El Colegio de Farmacéuticos de Zamora y todos los compañeros se pusieron a disposición de las instituciones y de la gente para que todas las personas que se vieron obligadas a abandonar sus hogares o sus residencias recibieran una correcta atención farmacéutica. Facendera también quiere ser ese modelo de trabajo entre todos.

¿Cuáles son los objetivos que persigue este proyecto?

La razón por la que comenzamos a pensar en este proyecto fue la constatación de una necesidad real: ayudar a las personas en el cumplimiento correcto de sus tratamientos farmacológicos para corregir la falta de adherencia. Esta necesidad es global y universal, de hecho la falta de adherencia es un problema de salud pública descrito por la OMS, pero en el medio rural, por nuestras características demográficas, con un porcentaje importante de personas mayores pluripatológicas y polimedicadas, es más acuciante y por eso los pueblos de la provincia constituyen nuestro primer reto. El objetivo principal de Facendera es mejorar la adherencia al tratamiento y con ello la calidad de vida y la autonomía de los pacientes. Al potenciar el uso seguro y eficaz de los medicamentos contribuirá al sostenimiento del sistema sanitario porque se evitarán tratamientos innecesarios, se permitirá un mejor control de las patologías, disminuyendo los errores de medicación, los problemas relacionados con los medicamentos y así, seguro, la asistencia a urgencias médicas, las hospitalizaciones, etc. En definitiva, Facendera pretende optimizar el uso de los medicamentos. De manera indirecta, al ayudar a las personas con sus medicamentos y en el control de sus patologías, estaremos colaborando a asentar población en el medio rural y de esta forma generar empleo en nuestros pueblos.

El objetivo principal de Facendera es mejorar la adherencia al tratamiento y con ello la calidad de vida y la autonomía de los pacientes»

¿Qué aspectos positivos destacaría de la iniciativa?

Sin duda alguna el principal aspecto positivo de Facendera es su capacidad real para mejorar la vida de las personas, especialmente la de la población diana a la que está destinado el proyecto: los mayores de 65 años del ámbito rural. En los pueblos pequeños muchas veces el único profesional sanitario que está presente todos los días del año es el farmacéutico comunitario. Nuestra firme intención de colaborar con el resto de profesionales sanitarios, con los servicios sociales y con las instituciones multiplica la capacidad que tenemos para ayudar a las personas desde nuestras farmacias, desde nuestra labor del día a día. La cruz verde de la farmacia está presente a lo largo y ancho de toda la geografía española. En Castilla y León lo sabemos bien. Nuestra comunidad es la más extensa, contamos con 9 provincias y una gran dispersión poblacional. Además, el envejecimiento de la población es un tema que preocupa a autoridades y profesionales. En Zamora, por ejemplo, según datos del INE (2021) el 31% de la población es mayor de 65 años, es decir, unas 53.000 personas, de ellas 21.325 son mayores de 80 años. La edad va inexorablemente unida a la aparición de enfermedades y por tanto al uso de medicamentos.

¿Cómo participa la farmacia comunitaria en este proyecto?

Somos cercanos, porque estamos junto a las personas, en los pueblos de toda la provincia, y somos los profesionales expertos en el medicamento y responsables de velar por el uso seguro y eficaz de los mismos. Podemos mejorar la adherencia desde distintos puntos y servicios profesionales: a través de la receta electrónica, haciendo una dispensación activa y un seguimiento para que el usuario recoja sus medicamentos correctamente, cuando corresponda. De esta manera podemos detectar el comienzo de problemas cognitivos o personas que viven solas y son susceptibles de ayudas y de recibir apoyo social. También realizando una correcta conciliación de la medicación al alta hospitalaria. ¡Cuántos días los farmacéuticos rurales recibimos a alguna persona de nuestro pueblo que estaba ingresada, le dan el alta y viene con un informe, una lista de medicamentos prescritos y necesita que le expliquemos cómo, cuándo, qué y para qué tomar cada medicamento!

Facendera nos va a permitir poner en valor todas estas funciones, nuestro papel asistencial y social, porque con esta iniciativa protocolizamos nuestra actuación, la registramos, la evaluamos y reevaluamos. Ayudará a los pacientes rurales y al desarrollo profesional del farmacéutico comunitario rural.

¿Cómo va a ser la captación de pacientes para que puedan beneficiarse del proyecto?

Facendera es un proyecto multidisciplinar y colaborativo, y la captación de los pacientes se podrá realizar desde diferentes servicios y por diferentes profesionales: la farmacia comunitaria, los servicios sociales (CEAS), los equipos de atención primaria o a petición del propio paciente. El proyecto tiene unos criterios de inclusión y un sistema de baremación que ayuda a seleccionar a aquellas personas que pueden beneficiarse y entrar a formar parte de esta iniciativa. Un comité técnico evaluará la selección de los pacientes. Además están previstas reuniones periódicas entre las instituciones implicadas.

El proyecto Facendera se centra en el uso de Sistemas Personalizados de Dosificación (SPD) ¿qué aporta esta herramientas a la adherencia?

Los SPD son una herramienta muy valiosa para ayudar a los pacientes a cumplir sus tratamientos. No en vano, la realización de un SPD es un acto post-dispensación que está recogido y definido en la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos sanitarios: “Una vez dispensado el medicamento podrán (las oficinas de farmacia) facilitar sistemas personalizados de dosificación a los pacientes que lo soliciten, en orden a mejorar el cumplimiento terapéutico, en los tratamientos y con las condiciones y requisitos que establezcan las administraciones sanitarias competentes”. Facendera se destina a personas mayores del ámbito rural, que en muchas ocasiones viven solas y además están polimedicadas y los SPD les ayudarán en gran medida a ser adherentes.

¿Y a la seguridad del paciente?

Desde el Colegio y desde las farmacias, somos ambiciosos en nuestro proyecto, queremos ir un paso más allá y por eso hablamos de SPD reforzado. Porque no sólo ofrecemos la organización de la medicación en un envase tipo blíster por días y por tomas, vamos a realizar un servicio de seguimiento farmacoterapéutico, con un control semanal de la adherencia, entrevistas periódicas con pacientes y/o cuidadores y una labor de educación sanitaria. Además todo quedará registrado en una plataforma.

Todo esto hace que aumente la seguridad y la eficacia de los tratamientos. En el día a día de nuestras farmacias percibimos que los posibles errores y problemas relacionados con la medicación es algo que preocupa a los pacientes y a sus familiares. La actuación desde las farmacias comunitarias con una dispensación activa, con información personalizada sobre los medicamentos y, como en el caso de Facendera, con una herramienta como los SPD y el servicio de SFT, aporta una garantía crucial en el uso seguro y eficaz de los medicamentos. Y a los familiares y/o cuidadores de los usuarios les da la tranquilidad de que un profesional sanitario vela por el cumplimiento de los tratamientos prescritos.

¿Hasta qué punto cree que este tipo de acciones concretas contribuyen a fijar población en las zonas rurales?

Creo que el hecho de que un profesional farmacéutico supervise la medicación de un paciente garantiza, en gran medida, que esa persona cumpla con sus tratamientos y sirve para evitar errores y problemas relacionados con los medicamentos. A las familias, a los usuarios y a sus cuidadores les da tranquilidad que alguien garantice ese tratamiento y con ello contribuimos a que las personas sean más autónomas, permanezcan en sus hogares el mayor tiempo posible y así sigan siendo vecinos en sus municipios y usen sus servicios (tiendas, panaderías, peluquería, ayuda a domicilio, farmacia, ayuntamiento, bares, consultorio médico,…). Todo esto implica necesariamente la fijación de población en el medio rural y la creación de empleo.

La remuneración de este tipo de servicios es clave para su implantación con éxito ¿Cómo va a ser en el caso del proyecto Facendera?

Para que un proyecto pueda tener éxito y continuidad en el tiempo necesita ser sostenible económicamente. Facendera es un proyecto colaborativo y la institución encargada de su financiación es la Diputación de Zamora que destinará 70.000 euros para la implantación de la iniciativa en la provincia. El servicio será gratuito para los usuarios.

¿Qué consejo daría a los gestores, a la Administración, para que este tipo de programas se lleven a cabo y se extiendan a otras comunidades autónomas?

Mi consejo es pensar en las personas. Poner a las personas en el centro de nuestro trabajo. Este proyecto quiere mejorar la calidad de vida de las personas de una forma real, tangible y medible. Facendera tendrá un impacto positivo a nivel social y a nivel sanitario en nuestros pueblos. El objetivo de las instituciones debe ser ayudar a mejorar la vida de la gente y por eso creo que apostar por estas iniciativas en colaboración con los profesionales que estamos a pie de mostrador y en contacto con la gente día a día, es fundamental porque hace posible que los recursos humanos y económicos lleguen de manera directa a las casas y a la vida de las personas.

Por último, una reflexión final ¿Cómo ve el futuro de la Profesión Farmacéutica?

La profesión farmacéutica siempre ha demostrado estar al servicio de la sociedad. La situación económica y geopolítica a nivel mundial es incierta. Nuestro sector no es ajeno a esta incertidumbre, tampoco lo es a la realidad demográfica de España, con tendencia al envejecimiento y tasas de natalidad que no aseguran el relevo generacional. Estos hechos afectan y afectarán a la farmacia en los próximos años. Pero estoy segura de que nos adaptaremos asumiendo los nuevos roles que la sociedad demande para ofrecer nuestro conocimiento y nuestra labor diaria al servicio de la población, para acompañar a las personas y mejorar los estándares de salud de la sociedad. Y en esta labor tendremos, sin ninguna duda, que colaborar entre nosotros (farmacia comunitaria, hospitalaria, atención primaria) y también con el resto de profesionales sanitarios y sociosanitarios. La colaboración entre las instituciones y los profesionales será un requisito fundamental para atender las necesidades de las personas. Facendera es un ejemplo de ello.


Una prioridad

Las personas.

Una necesidad

Comunicación ágil con los centros de salud y los consultorios locales desde la oficina de farmacia.

Un deseo

Colaboración y trabajo en común de profesionales sanitarios, servicios sociales e instituciones para ayudar a las personas a permanecer en sus domicilios y ser autónomos el mayor tiempo posible.

Un consejo profesional

Empatía y asertividad.

Una petición

Otorgar al farmacéutico comunitario más capacidad de resolución de incidencias en el momento de la dispensación (sustituciones, dispensaciones extraordinarias en tratamientos crónicos pendientes de renovación de la prescripción, etc.).

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