Ciencias – Revista Farmacéuticos https://www.farmaceuticos.com/revista Fri, 28 Jun 2024 06:49:54 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.5 https://www.farmaceuticos.com/revista/wp-content/uploads/2024/02/cropped-favi-cion-farmaceuticos-1-32x32-1.png Ciencias – Revista Farmacéuticos https://www.farmaceuticos.com/revista 32 32 Einstein en la colina de los chopos https://www.farmaceuticos.com/revista/historias/einstein-en-la-colina-de-los-chopos/ Fri, 05 May 2023 11:03:00 +0000 https://www.farmaceuticos.com/revista/?post_type=stories&p=1256 Ancladas sus raíces en la ladera de la colina, aquel ser vivo, erguido y circunspecto, se sentía todo un intelectual. No es de extrañar, puesto que a su sombra se cobijaron mentes prodigiosas y artistas sin igual.

La colina donde se asienta la Residencia de Estudiantes de Madrid, tiene mucha historia. Conocido como el Cerro del Viento, este terreno aún sin urbanizar en el siglo XIX, entre el paseo de la Castellana y el final de la calle Serrano pasó a llamarse la Colina de los Chopos. El responsable de este nuevo nombre fue el poeta Juan Ramón Jiménez, quien ayudó a plantar dichos ejemplares y los recordó en sus poemas (paran el viento con su nutrido oasis).

La Residencia de Estudiantes albergó muchos de los grandes del siglo XX. Foro de difusión y diálogo entre las ciencias y las artes, fue el primer centro cultural de la Europa de entreguerras.

La Residencia de Estudiantes albergó muchos de los grandes del siglo XX. Foro de difusión y diálogo entre las ciencias y las artes, fue el primer centro cultural de la Europa de entreguerras. Fundada en 1910, se traslada a la Colina de los Chopos en 1915. El malagueño Alberto Jiménez Fraud, su primer director, supo cumplir a la perfección el proyecto de desarrollo intelectual, educación humanista y liberal, que su mentor Francisco Giner de los Ríos había ideado en 1876: la Institución libre de Enseñanza, siguiendo las ideas del pedagogo Sanz del Río, influido por la filosofía de Karl Krause. Entre los ilustres residentes se encontraban Dalí, García Lorca, Buñuel o Severo Ochoa. Personajes como Alberti, Falla, Juan Ramón Jiménez, Unamuno, Eugenio D’Ors o José Ortega y Gasset acudían como visitantes o residentes cuando se encontraban en Madrid. Además grandes personalidades como Marie Curie, Stravisnky, Le Corbusier o Einstein fueron invitados a participar en foros y debates. Ortega y Gasset fue el encargado de presentar y traducir la conferencia que pronunció Einstein sobre la Teoría de la Relatividad en este centro.
Sobre las seis de la tarde del 9 de marzo de 1923, en la sala donde se iba a celebrar la conferencia, se palpaba un interés inusitado, debido a que la cual no había estado en el programa preliminar de la visita del gran genio de la física a España. Tuvo, como todo el viaje, un rotundo éxito. La gira del científico por nuestro país levantó un enorme interés mediático. Einstein acababa de recibir el Premio Nobel, no por la teoría de la relatividad, sino por sus explicaciones sobre el efecto fotoeléctrico. La cultura española vivía un extraordinario dinamismo.

Al margen de la ciencia, su pasión era la música, que le daba alegría y le llenaba sus sueños. Era un gran violinista, entusiasta de Mozart. Esta fue una de las razones por la que la gira por España estuvo salpicada de conciertos, donde el científico pudo satisfacer su afición. Es famosa la velada en casa de los Marqueses de Villavieja: Einstein frotó el arco del violín sobre las cuerdas haciéndolas vibrar y, de una forma lenta y lánguida, la sala se llenó de música. Fue un breve concierto ante una selecta audiencia entre la que se encontraban Gregorio Marañón, Gómez de la Serna, Ortega y Gasset y el artífice y anfitrión de la visita a España de Einstein, el padre de la física española, Blas Cabrera.

Un ajetreado viaje que había empezado en Barcelona y terminaría en Zaragoza, pasando diez días en Madrid. En todas y cada una de estas ciudades pronunció memorables conferencias y disfrutó de la vida cultural de las mismas. En Madrid fue recibido por el rey Alfonso XIII y la reina madre, acompañado por José Rodríguez Carracido, catedrático y doctor en Farmacia y por entonces rector de la Universidad Central, lugar donde se celebró una de las conferencias. Carracido, insigne farmacéutico donde los haya, fue un gran impulsor del progreso científico en España. Su actuación fue decisiva en la fundación, entre otras, de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias, según el principio de «saber es poder». Reformó los estudios de Farmacia; académico de Ciencias, Medicina y Farmacia, siendo su producción científica y literaria muy variada y extensa.

Otros farmacéuticos ilustres se relacionaron con el físico alemán durante esos días, como Ignacio González Martí, doctor en Ciencias y Farmacia y promotor del llamado gabinete de Física en el “caserón de San Bernardo” (Facultad de Ciencias de la Universidad Central, posteriormente Complutense), y el compostelano Casares Gil. José Casares Gil, químico y farmacéutico, ostentó gran cantidad de cargos políticos y universitarios, siendo sus trabajos de investigación más importantes, los realizados sobre los análisis de aguas. Gran admirador del modelo alemán de enseñanza en temas científicos, también tuvo la oportunidad de conocer a Einstein durante la entrega al mismo, del título de académico, en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

Otros farmacéuticos ilustres se relacionaron con el físico alemán durante esos días, como Ignacio González Martí, doctor en Ciencias y Farmacia y promotor del llamado gabinete de Física en el “caserón de San Bernardo”

Transcurrían los días entre actos académicos y lúdicos. Conoció a Ramón y Cajal, al que visitó en su domicilio. Realizó excursiones a Manzanares el Real y al Escorial. En Toledo, acompañado por los hermanos Kocherthaler, familiares de su mujer Elsa, grandes coleccionistas y apasionados del arte, y por prohombres de la cultura: Ortega, Manuel Cossío y F. Glick, autor del trabajo «Einstein y los españoles», queda impresionado por la obra del Greco.

El confidente de las estrellas, como lo llamaba Ortega, era amante de Shakespeare y Cervantes. Disfrutó del Prado en un par de ocasiones, donde admiró a Goya, Velázquez, Rafael, y a Fray Angélico. Puede ser que cuando observó la “Anunciación” le viniera a la mente, su ensueño de “como viajar montado sobre un rayo de luz”. Según el matemático José David de la Fuente, Fray Angélico se estaba adelantando a nociones einstenianas al representar al Espíritu Santo como una paloma sobre un rayo de luz, que al viajar a la velocidad de la misma, pierde su masa y se convierte en pura energía. Albert Einstein señaló que el camino que le llevó a la Teoría General de la Relatividad, tuvo un importante componente emocional.

La comprensión de la Teoría de la Relatividad general y especial, es un difícil empeño porque alteran nuestra concepción de la realidad: masa, energía, tiempo y espacio, adquieren un nuevo significado. E=mc2, la famosa ecuación define que la equivalencia entre masa y energía, implica que la energía de un objeto que se mueve aumenta su masa, efecto que es solo apreciable a velocidades cercanas a las de la luz. El nuevo concepto espacio/tiempo ha permitido una forma distinta de entender el universo, un legado sin el cual no hubieran sido posibles las teorías actuales sobre el mismo, desde su expansión, el Big Bang, los agujeros negros o las ondas gravitacionales. Y por supuesto, el desarrollo de la tecnología nuclear.

Aquel hombre, alto, moreno, de pelo abundante y ensortijado y oscuros y misteriosos ojos, como si desde siempre hubieran querido desentrañar los secretos del universo, se convirtió en un mito. La revista Time lo eligió como personaje del siglo XX. Nacido en una antigua ciudad a orillas del Danubio (Ulm), de ascendencia judía, de carácter solitario e irónico, se casó dos veces. Icono pop, encarna el arquetipo del sabio por antonomasia. Recordemos su foto sacando la lengua, repetida hasta la saciedad. En el mundo del cine, su personaje lo encontramos en películas como El jovencito Einstein, El genio del amor o en series como Genius.

Aquella tarde, a las puertas de la primavera, cuando los chopos empezaban a verdear, el gran sabio se sentó a descansar en los jardines perfumados de lavanda, eucalipto y romero, de la Residencia de Estudiantes. Su estancia en Madrid llegaba a su fin. Estancia que contribuyó a resaltar la ciencia en España ¿Sería posible que alguna vez regresara quien nos mostró el camino para viajar en el tiempo?

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Por el camino de los almendros en flor https://www.farmaceuticos.com/revista/historias/por-el-camino-de-los-almendros-en-flor/ Fri, 10 Jun 2022 15:13:00 +0000 https://www.farmaceuticos.com/revista/?post_type=stories&p=1463 Fiel a su cita, el heraldo de la primavera llegó entregando su flor primera. Entre sus ramas, se tropiezan las mariposas, que en su deambular los nuevos colores hacen brillar. Agreste y austero, adorna los caminos, es promesa de un manjar: la almendra que vendrá.

La floración de los almendros es siempre un alegre acontecimiento cuando sus flores blancas y rosadas llenan parques y caminos. Es el prunus más madrugador. Sentir el despertar de la primavera nos hace más felices y amables. Según los neurocientíficos, pasear bajo los árboles mejora los niveles de estrés. Y es que el mundo vegetal tiene mucho que enseñarnos. Señala Stefano Mancuso, director del Laboratorio Internacional de Neurología Vegetal de la Universidad de Florencia, que las plantas son capaces de intercambiar muchísima información, bien a través de las raíces en forma de impulsos, bien a través de moléculas liberadas a la atmósfera. Es un proceso de autoprotección ante posibles peligros para preservar el medio del cual depende su vida. Hablan entre ellas, y entre murmullos esperan la señal que les diga que el invierno ha terminado y que comenzará el buen tiempo.

La floración de los almendros es siempre un alegre acontecimiento cuando sus flores blancas y rosadas llenan parques y caminos. Es el prunus más madrugador.

El almendro será el primero en despertar de su sueño invernal. Le seguirán el cerezo, el ciruelo, el albaricoquero y el melocotonero. Todos ellos poseen características morfológicas semejantes: pertenecen al género Prunus. Gracias a sus frutos de gran calidad son viejos conocidos por la humanidad. El cerezo tiene su origen en el Mar Negro; su fruta, la dulce y carnosa cereza, es fuente de vitaminas A y C, rica en hierro y sales minerales. Desde el Valle del Jerte hasta el Japón, su floración es todo un acontecimiento festivo. El ciruelo da asimismo un fruto abundante en hidratos de carbono, vitaminas y es, al igual que las cerezas, laxante.

El melocotón y el albaricoque se cultivan en China desde tiempo inmemorial. El melocotonero es conocido como «el árbol de la vida» y su fruto redondeado de fina piel, tiene allí un simbolismo de protección e inmortalidad. Por su alto contenido en nutrientes y fibra, se puede usar como guarnición; en mermeladas; en almíbar; y principalmente en zumos.

Al igual que todos los alimentos, los prunus, especialmente el melocotón, pueden producir alergias. Las manifestaciones clínicas se localizan a nivel orofaríngeo o urticarias y posiblemente una gran mayoría de alérgicos al melocotón, lo son al polen. Es lo que se conoce como alergias cruzadas. Las reacciones alérgicas están relacionadas con la histamina y para contrarrestar los efectos se usan principalmente los fármacos antihistamínicos que actúan a nivel de los receptores H1. La primera sustancia con actividad antihistamínica (2 isopropil-5-metil-fenoxietil) dietil amina, la sintetizó un farmacéutico, el hispano francés Ernest Fourneau en colaboración con la bioquímica Anne María Staub en 1933, pero no fue hasta 1942 cuando se utilizó la fenbenzamina de forma terapéutica en humanos. La molécula de histamina había sido sintetizada in vitro por vez primera en 1907 por Windaus y Vogt. Posteriormente George Barger (químico nacido en Manchester) y Henry Dale (farmacólogo y fisiólogo londinense) la aislaron del cornezuelo del centeno (Claviceps purpurea) en 1910.

La primera sustancia con actividad antihistamínica (2 isopropil-5-metil-fenoxietil) dietil amina, la sintetizó un farmacéutico, el hispano francés Ernest Fourneau en colaboración con la bioquímica Anne María Staub en 1933

Entre las enfermedades asociadas a la histamina se encuentran ciertas enfermedades respiratorias que causan broncoconstricción, obstrucción nasal y asma bronquial. Hoy día ya se habla de antihistamínicos de tercera generación con claras ventajas farmacológicas sobre los anteriores.

Hace cien años moría el genial escritor francés Marcel Proust. Su novela, En busca del tiempo perdido, cuya lectura es todo un reto, es infinita en tiempo, espacio y evocación. Para aquellos que la conocen, el larguísimo relato (compuesto por siete volúmenes), quedará para siempre en su memoria. Es un retrato de la sociedad parisina decadente y sofisticada, pleno de referencias históricas. Un lienzo impresionista, donde los personajes entran y salen en escenarios llenos de nostalgia, y en el que como música de fondo se oye a Wagner, Chopin, Frank, Gounod o Mozart. Un soliloquio, donde el escritor relata el amor y los celos, la ansiedad, el tormento y el dolor. Sobre todo el dolor.

Su vida personal y literaria se vio afectada por el asma severa que padeció hasta su muerte. Su padre Adrien Proust fue un eminente patólogo y epidemiólogo. Su hermano Robert que también era médico, nunca olvidó la primera crisis asmática que padeció el pequeño Marcel cuando contaba con nueve años de edad y creyeron que iba a morir. Este fue el primero de los muchos episodios que de esta enfermedad sufrió el autor a través de su vida. Aunque tuvo algunos años de mejoría, el asma nunca le abandonó. Incluso empeoró debido a los tratamientos de la época consistentes en purgas, uso de cigarrillos para asmáticos, fumigaciones, alimentación solo de leche y aislamiento. Como se pensaba que era un problema nervioso fue asimismo tratado con tranquilizantes y tónicos y para contrarrestar su debilidad consumía grandes cantidades de cafeína, lo que le provocaba insomnio.

Su hermano Robert que también era médico, nunca olvidó la primera crisis asmática que padeció el pequeño Marcel cuando contaba con nueve años de edad y creyeron que iba a morir.

Un hombre que vivía entre el sueño y la vigilia, que fue capaz de narrar los placeres, las emociones y las situaciones cotidianas por medio de la memoria involuntaria, que es la que trae los recuerdos, plenos y vivos, como si el tiempo no existiese. Bien conocido es el episodio en el primero de sus volúmenes, «Por el camino de Swann», de la descripción de la magdalena en la que el protagonista recupera sus más tempranos recuerdos y sensaciones, al mojarla en un té caliente y degustarla.

En el quinto libro de la serie, «La prisionera», compara la memoria con una vieja botica: «En nuestra memoria hallamos de todo; es una especie de farmacia, de laboratorio químico en el que uno, al azar, toma ora una droga calmante, ora un peligroso veneno».

Prisionero de su padecimiento y aislado del mundo real, recordaba que de pequeño, observaba las floraciones primaverales a través de un cristal. Soñaba con» recobrar el tiempo perdido», «ir por el camino de Swann», o «charlar con las muchachas en flor». Proust amaba la naturaleza especialmente los espinos en flor y las florecillas silvestres de los caminos. Quería sentir el deseo de vivir al encontrarse con la belleza.

¿Que tendrán estos árboles que tanta emoción transmiten? ¿Será su fugacidad, su fecundidad o su armonía?

La belleza que encierra el cuadro de los frutales de Monet, donde la primavera se deja ver a través de las ramas de los mismos; la luz naciente que trasciende desde los almendros en flor pintados por Van Gogh. Recordemos que el dramaturgo Jardiel Poncela, a «Eloísa bajo un almendro la ubicó» y que Chejov en su obra «el Jardín de los cerezos», personifica la nostalgia de un tiempo lejano. Y precisamente un campo sembrado de melocotoneros es el protagonista de la película ganadora del Oso de Oro de la Berlinale en 2022, » Alcarràs» dirigida por Carla Simón.

¿Que tendrán estos árboles que tanta emoción transmiten? ¿Será su fugacidad, su fecundidad o su armonía?

Las cigüeñas hace tiempo que llegaron. Las abejas renuevan su ofrenda consumándose el milagro de la polinización. Los pétalos irán cayendo como lluvia sobre los caminos, que se irán pintando de blanco y rosa. Flores delicadas, añoranza del Edén. Es el prodigio de la primavera.

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