Las interacciones entre alimentos y medicamentos (IAM) son resultado de las interferencias que se pueden dar entre fármaco, nutriente o alimento y el paciente. La consecuencia de esta interacción puede ser un aumento o disminución de la biodisponibilidad del fármaco que, en términos de salud, puede derivar en inefectividad o toxicidad. En ambos casos, se mide en términos de disminución de la efectividad y seguridad del tratamiento farmacológico y su consecuente afectación a los resultados terapéuticos y su impacto sobre la salud del paciente. No obstante, también existen interacciones que pueden ser positivas, como en el caso de la toma conjunta de hierro con alimentos ricos en vitamina C.
El farmacéutico es el profesional sanitario idóneo para dar consejo especializado al paciente, en relación con las posibles interacciones entre medicamentos y alimentos, cuando este acuda a la farmacia a recoger su medicación.